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Sara y Oscar son una pareja que, en un último intento por salvar su matrimonio, decide pasar vacaciones en una cabaña alejada en el bosque, junto a sus dos hijos. Sin embargo, la paz que esperaban nunca llega, ya que sucesos cada vez más extraños corroen el tenso ambiente entre ellos. La familia empieza a sentir la presencia de una mujer merodeando la casa y esta parece augurar situaciones que desafían la naturaleza. Mientras la joven pareja empieza a confrontar problemas no resueltos del pasado, situaciones inexplicables resquebrajan aún más la familia.

Esta es la historia de Llanto maldito, película que ahonda en los géneros del terror y el drama familiar a través del relato de leyendas populares colombianas, y cuyo proceso creativo estuvo ligado a una exploración personal que el director realizó en torno a sus miedos. “Hay varios miedos que son muy reales en nosotros y no son para nada miedos metafísicos. Por un lado, estuvo el miedo que de niños sentimos cuando vemos o creemos que nuestros padres están teniendo alguna pelea o conflicto, que nos despierta el temor a que se separen y quería hablar de eso. Por otro lado, cuando empecé a escribir la historia tenía planes de tener hijos con mi esposa, luego en el proceso de escritura nos embarazamos y posteriormente cuando finalicé el guion y cuando rodé la película era padre recientemente, al igual que Anton (el coguionista), así que queríamos hablar de ese miedo que surge cuando vamos a ser padres, acerca de lo que le puede pasar al matrimonio cuando hay hijos; el miedo a la pérdida, el miedo que surge por el deseo que nazcan bien, el miedo a que los padres se pierdan como pareja, el miedo hacia cuidar a los niños. Después hablamos un poco del posparto, la depresión y la transformación física y psicológica que sufre una madre. De ahí surgieron muchas ideas para la película”, expresó Andrés Beltrán en una entrevista con el portal CineVista blog.

El rodaje de esta producción se realizó en 2019 en inmediaciones del Parque Nacional Natural de Chingaza y la cabaña donde ocurre la historia fue construida en su totalidad. Sobre de dónde vino el guion, Beltrán explicó en entrevista con el mercado en línea FilmMarket Hub, que “la idea surgió de mi deseo de querer escribir un drama dentro del contexto de un género muy específico, el terror, y cómo la relación entre ambos elementos podría desarrollar y potenciar los conflictos en la trama. Quería escribir un drama sobre una pareja en crisis, casi al borde del divorcio y cómo sus hijos se ven afectados por esto. Cuando llegan a la cabaña y comienzan a asustarse por esta presencia maligna, no sabemos muy bien si esto realmente está sucediendo, o si es producto de la crisis familiar, casi como una manifestación del abandono que sufren los niños cuando sus padres luchan. Por lo tanto, quería construir una simbiosis entre el drama y los elementos de terror sobrenatural”.

Esta producción dirigida por Andrés Beltrán (Distrito salvaje, La ley secreta, Cannabica), y producida por Dynamo, contó con Juan Carlos Cajiao en la dirección de fotografía, Felipe Linares en la musicalización, y Paula Castaño (El arriero, Empeliculados), Andrés Londoño (Distrito salvaje, Narcos: México), Alanna de la Rossa, Carolina Ribón, Jerónimo Barón, y Mario Bolaños en la parte actoral. La película, además de ser seleccionada para participar en la 54º edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya –Sitges –, que se celebrará del 7 al 17 de octubre, fue escogida para representar a este festival en Blood Window Showcase del Marché du Film du Film, que se lleva a cabo hasta el 17 de julio. 

El sello Blood Window es una iniciativa que destaca la producción emergente de contenidos audiovisuales de terror, ciencia ficción, acción y otros géneros relacionados con el cine fantástico latinoamericano, a través de su propio festival de cine, que se realiza en el marco del mercado audiovisual latinoamericano Ventana sur, por un lado, y en el mercado Marché du Film por el otro, con la muestra Blood Window Showcase. 
 
El Marché du Film del Festival de Cannes y reúne en un solo lugar a distintos actores de la industria para promover la coproducción, financiación y distribución internacional de contenidos fantásticos latinoamericanos. Creado en 1959, el Marché du Film es la contraparte comercial del Festival de Cannes y uno de los mercados cinematográficos más grandes del mundo. Durante el mercado, la película colombiana se presenta con su título en inglés, Tarumama, que también es una leyenda indígena popular en el departamento de Nariño, similar a la leyenda de La llorona, que relata la historia de una mujer que es embarazada por el arco iris, y que cuando va a tener a su hijo en el río, este se suelta y es arrastrado por la corriente. La madre se queda llorando su pérdida, convirtiéndose en un monstruo que aparece todas las noches a lamentarse y a llevarse a niños que están desatendidos por sus padres. Beltrán incorporó en la película esta leyenda como parte de los elementos fantásticos y de género de horror.