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El Festival Internacional de Cine de Chicago, uno de los más antiguos de Estados Unidos, fue fundado en 1964 por el cineasta y artista gráfico Michael Kutza, con el fin de ofrecer una alternativa a las películas comerciales de Hollywood que dominaban los cines de la ciudad. A lo largo de los años el festival ha invitado y homenajeado presencialmente a cineastas de gran importancia como François Truffaut, Orson Welles, Rainer W. Fassbinder, Howard Hawks, Spike Lee, Lucino Visconti, Quentin Tarantino, o Sidney Poitier, entre otros; y también, en sus momento, ha exhibido los primeros trabajos de directores que lograron con el tiempo consagrar una destaca trayectoria, como Martin Scorsese, Wim Wenders, Bertrand Tavernier, Margarethe von Trotta o Krzysztof Kieslowski. 
 
Para su edición No 57, que se llevó a cabo del 13 al 24 de octubre del presente año, el festival exhibió más de 80 largometrajes y 60 cortometrajes de todo el mundo, que abarcan diversos géneros cinematográficos, culminando con una ceremonia virtual transmitida a través del canal de YouTube del Festival, en la que se otorgaron premios en las categorías Competencia Internacional de Largometrajes, Competencia Nuevos Directores, Competencia Internacional de Documentales, Competencia OutLook y Competencias de Cortometrajes, así como el Premio Chicago a una película sobresaliente en el programa City & State. 2 de los premios más importantes de la noche fueron para las producciones colombianas Memoria y Amparo. 
 
El Hugo de Oro, premio otorgado en la Competencia Internacional de Largometrajes y el más importante del certamen, fue para Memoria, dirigida por Apichatpong Weerasethakul y producida por Burning. La organización del festival destacó que este reconocimiento fue otorgado a Memoria “por su sentido de la poesía cinematográfica y el humanismo. En esta película profunda y meditativa, el director crea una historia que enfatiza las conexiones que las personas tienen con los lugares que viven, con el pasado, el presente, y el más allá. La interpretación perfecta de Tilda Swinton encarna la fe de Weerasethakul en el cine, en la ciencia, en el misticismo secular, y en las posibilidades de empatía y comprensión intercultural.”.
 
Por su parte, Amparo, ópera prima de Simón Mesa Soto, producida por Medio de contención, fue merecedora del Hugo de Plata en la Competencia Nuevos Directores. El festival expresó de la película que “es un retrato conmovedor del amor y la determinación de una madre, y una crítica apasionante de la sociedad patriarcal y de los personajes sin escrúpulos que encuentra ésta para mantener su familia a salvo. Este largometraje debut está magistralmente interpretado a través de la lente de Soto, que navega por el entorno caótico y corrupto de Medellín desde una perspectiva profundamente íntima”. 
 
Para mayor información consultar: https://www.chicagofilmfestival.com/