El largometraje dirigido por David Correa Franco y producido por Rara Cine, está disponible en salas desde el 30 de noviembre, gracias a la distribución de Doc:Co.
Dora ha decidido separarse del padre de sus hijas después de 27 años, regresar al pueblo en el que creció y buscar el amor que no encontró en la soledad de su matrimonio. Pero se ve obligada a posponerlo todo cuando él sufre un violento accidente de trabajo. Con esperanza, Dora asume la responsabilidad y los cuidados de un hombre al que no abandonará hasta ver de nuevo en pie. Mientras su hogar se diluye, ve pasar a La Bestia frente a su puerta, el tren cargado de migrantes que también dejaron a los suyos. Esta es una historia de amor en la periferia, donde el miedo a empezar de cero es inferior a la necesidad de encontrar el cariño esperado.
Partes de una casa es la ópera prima de David Correa Franco producida por él y Jaime Guerrero, como representantes de la empresa Rara Cine, en coproducción con 2.35 Digital y con la producción asociada de Rueda Sonido. La investigación estuvo a cargo de David Correa Franco y Valery Rojas Caro; el montaje de Juan Soto Taborda; el diseño sonoro de Deimer Quintero, Abel Villa y Gabriel Toro; y la colorización de Jose Espinosa, entre otros. En el reparto figuran Dora Castañeda, Meinardo Jiménez, Jazmín Jiménez Castañeda y Giselle Jiménez Castañeda.
Durante 2023 la película ha participado en las selecciones oficiales del Festival Internacional de Cine Colombiano de Buenos Aires, (FICCBA); el Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DocsMx); el Festival Metropolitano de Cine (Cinemancia); y el Festival de Cine y Artes Audiovisuales Miradas Medellín.
Sobre el vínculo cinematográfico que Correa estableció con la protagonista del documental, manifestó: “La conocí cerca de San José de Xalostoc, un asentamiento ubicado a una hora del centro de Ciudad de México, donde empecé a grabar. Ella tenía cuarenta y tres años, un esposo, dos hijas y una casa en la que aparentemente había todo lo necesario. Sin embargo, el desgaste en la relación con su pareja creaba un vacío en su hogar que crecía con los días. El cariño escaseaba y eso hacía más intenso el anhelo de Dora de tener a su lado un amor, de esos que se idealizan, de los que muchos llaman el amor de la vida. En ella vi a mi madre, quien después de veinticinco años de matrimonio y tres hijos se fue de nuestra casa. Yo tenía poco más de diez años y no entendía por qué, si nunca la había visto discutir con mi padre, si los veía reírse los fines de semana en casa, ella quería estar en otro lugar. Por eso durante el rodaje quise desviar la mirada hacia otro tipo de carencias y fijar la cámara en Dora para acompañarla en su decisión de irse”.
Previo a su début en dirección, David Correa Franco se desempeñó como director de fotografía de los largometrajes Los nadie (2016), Los días de la ballena (2019), Si dios fuera mujerr (2022) y La roya (2022); así como de los cortometrajes Kalashnikov (2012), El síndrome de los quietos (2021), Presagio (2021), y Entre las sombras arden mundos (2023).
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