Se rodó La mirada de Lucía
Pantalla Colombia No.: 1017febrero 05 - 12 / 2021
La película española dirigida por Imanol Uribe y producida por Gerardo Herrero, es un largometraje basado en hechos reales que ocurrieron en El Salvador, cuyo rodaje se realizó entre España y Colombia. Es uno de los proyectos más recientes rodados desde la reactivación de los incentivos de la Ley 1556 con servicios de producción de 64-A Films.
La mirada de Lucía relata la visión de la única testigo de la matanza de los jesuitas en El Salvador en el que fue asesinado el sacerdote y teólogo de la liberación, Ignacio Ellacuría. Narrada en tono de thriller, la película es, más allá de su trasfondo político y social, una historia de personajes, de su lucha por la verdad y la justicia en un país en guerra y de su afán por superar ese momento de horror.
El rodaje inició en la región española de Navarra, haciéndole frente a la segunda ola del Covid-19 del país y con estrictos protocolos de bioseguridad; después se trasladó a Colombia, donde se rodó gran parte de la trama, mayormente los exteriores, desarrollándose entre las ciudades de Cali y Buga, en el departamento del Valle del Cauca.
A pesar de que la película cuenta una historia salvadoreña, se tomó la decisión de realizarla en Colombia, ya que rodar en el propio Salvador lleva consigo distintas dificultades técnicas e ideológicas que hacían de ésta una tarea compleja; de ahí la opción de rodar en el país. “Primero encontraban que las locaciones funcionaban (refiriéndose a los productores extranjeros) y segundo que los número también funcionaban, o sea, el gasto económico que implica el viaje y la producción acá se compensaba con la devolución que ofrece la ley 1556”, asegura Diego F. Ramírez , Ceo de 64-A Films “Aquí nosotros tuvimos mucha colaboración, desde Proimágenes Colombia, Cancillería, Ministerio de Cultura, Alcaldía de Cali, Alcaldía de Buga y con el Sena”.
La película cuenta con la participación de RTVE y Movistar+, el apoyo del ICAA e IBERMEDIA, además de la producción por parte de Bowfinger International Pictures, Maria Luisa Gutiérrez, Tornasol Media, Gerardo Herrero y Nunca Digas Nunca, AIE, y en coproducción de la empresa colombiana 64-A Films. Dentro del reparto participan los colombianos Juana Acosta (Anna) en el papel de Lucía y Juan Carlos Martínez como su marido. Junto a ellos, están los españoles Carmelo Gómez como el Padre Tojeira y Karra Elejalde como el Padre Ellacuría.
Según Diego F. Ramírez, la realización de proyectos de gran magnitud como este trae distintas ventajas al país en materia de realización y competitividad en la industria, que si bien la mayor ganancia se inclina hacia el aprendizaje y la evolución continua, también la consolidación del sector en general y el crecimiento, lo que impulsa a que “cada vez vengan proyectos más grandes, de mayores requerimientos técnicos, artísticos… y que prácticamente ya todo lo podemos hacer en Colombia y eso parte del aprendizaje que es muy notorio, en todos los departamentos y a todos los niveles”.
Acerca del mercado colombiano como escenario de rodaje, el desarrollo de estos proyectos sugiere algunos logros particulares, “indudablemente, el mayor logro es haberlo terminado a tiempo, haberlo terminado con todo lo que se esperaba que el proyecto brindara y sin ningún caso de covid-19 reportado durante el rodaje”, agrega Ramírez, quien además enfatiza que estos proyectos llegan a rodar en el país dependiendo de ciertas condiciones claves. “Primero, que haya una posibilidad que el proyecto se ruede acá en función del guion, segundo, que se demuestre con cifras que es buen negocio para ellos venir a rodar, tercero, demostrar la experiencia que se tiene para hacer ese tipo de proyectos, porque son muy complejos, y cuarto, construir la confianza, porque a pesar de todos los contratos, al final se trata de un negocio de confianza”.