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La Casa Editorial El Tiempo –CEET-, el pasado 23 abril puso al aire, a través de Eltiempo.com, una nueva y dinámica plataforma digital con videos, audiogalerías, animación, infografía, música y textos arriesgados que buscan revelar amplias miradas sobre la Bogotá de nuestros días. En su primera entrega, el espacio denominado “El Andén” ofrece un multimedia dedicado a todas las 26 salas de cine, ubicadas en el barrio Chapinero durante el siglo XX y cuál ha sido su destino hoy día, con la proliferación de las salas de cine Multiplex en el país.

El especial sobre las salas de cine se titula “No te vayas, Chapinero”, donde a través de un mapa del barrio, se puede navegar por cada una las 26 salas desaparecidas, conocer testimonios de la gente que fue testigo del esplendor de sus mejores días y el devenir de su decadencia. Entre ellos se encuentra el Caldas (carrera 13 con 57), que se inauguró en 1917 y fue punto de encuentro en las décadas de los 30, 40 y 50, terminó pasando cine porno en los 80, para luego cerrar en 1992 y hoy estar en ruinas. "En el Caldas vimos con mi hermano toda la serie de Robin Hood, con Errol Flynn. En 1940 pagábamos cinco centavos para ir a gallinero y, con otros cinco, comprábamos un cucurucho de maní, una melcocha y una 'macaria', que era una mogolla deliciosa".

El Teatro Palermo, que en 1946 inauguró el primer sistema de proyección en 70 milímetros y que aún ostenta el récord nacional de permanencia de una película en cartelera con La novicia rebelde (18 meses y 3 días sin interrupción, entre 1965 y 66), ahora es el Palermo Billar Center. “A este teatro venía la gente que vivía en el norte y estaba rodeado de un vecindario con casas grandes, unas mansiones que estaban habitadas por las familias más tradicionales bogotanas. Posiblemente el mejor cine de la época se vio aquí. Una película que yo recuerdo es La canción es la misma que recopila conciertos del grupo Led Zeppelin y que fue lanzada en Estados en octubre del 76 y nosotros la lanzamos en este teatro, con la presentación del grupo bogotano de rock Cascabel, en marzo del 77”.

El Aladino (calle 60 con 13), una elegante sala de los años 50, que luego de ser un stripteseadero y ahora es una sede de la papelería Panamericana. Cinelandia (Cra. 13, entre 64 y 65), del que decían que lo rondaban los fantasmas, el más duradero y que cerró en 2008, para transformarse en un almacén de luces. El Libertador de la calle 63, en el edificio de Seguros Bolívar, hoy un 'rumbeadero' llamado Vinacure. El Metro Riviera (Cra. 13 con calle 58), reconocido por sus largas cortinas rojas, ahora cada sábado recibe 3.500 personas en lo que se considera la mejor fiesta gay del país. El Scala (72 con 15), cerró en 1995, luego pasó a ser un parqueadero y hoy es un complejo de canchas de fútbol 5.

Otro de los más destacados fue el Teatro Trevi (Cra. 13 con calle 46), que se destacó por proyectar un cine menos comercial que el de su competencia, con una clara inclinación por la producción europea. ”Este lugar me trae muchos recuerdos, cuando yo estaba estudiando en la Javeriana, nos la pasábamos por acá en el Trevi cuando teníamos muchos huecos, buscábamos qué hacer, y presentaban unos ciclos interesantes de películas. Vivimos la última época, por más estreno que fuera, éramos 20 personas, en otras ocasiones 10, 5 personas para un teatro tan grande”. “desde 1993 pasó del culto al cine al culto de Dios. Actualmente es la Iglesia Pentecostal Dios es Amor”.

Para conocer el multimedia completo se puede consultar en www.eltiempo.com/Multimedia/el-anden.