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Cenizas del perdón, proyecto en desarrollo de la empresa colombiana Antorcha Films, codirigido por Jhonny Hendrix Hinestroza y el africano Ndunga Nsangata, es una de las propuestas cinematográficas de todo el mundo que estarán presentes en el pabellón Les Cinémas du Monde, que hace parte de la sección Marché du Film del Festival de Cannes. Este pabellón, ubicado en el centro de la villa internacional del festival tiene como objetivo reforzar la visibilidad del cine menos difundido (el de África, el Caribe, el Pacífico, Asia, América Latina, así como el de Oriente Cercano y Medio y el de Europa Central y del Este) y fomentar la circulación de las películas de estos países en el mundo, a través de la creación de redes de profesionales.

“Allí llegamos porque hemos presentado el proyecto en varios lugares, y fuimos seleccionados luego de presentarnos a una convocatoria con el apoyo de la Embajada de Francia en Colombia. Nuestra participación allá, todavía no sabemos qué implicaciones tenga para la película, pero dado que está en medio del Marché du Film y el Producers Network, quizá alcancemos una de las metas que nos hemos planteado desde un principio: lograr un coproductor francés que nos permita presentar el proyecto al Fonds Sud”, dijo a PANTALLA COLOMBIA, el director y productor colombiano Jhonny Hendrix Hinestroza. “Nos emociona la idea de que puede ser un documental bastamente internacional, un documental que puede romper barreras.”

Cenizas del perdón busca retratar la selva de la provincia del Bas-Congo (Bajo Congo), donde habita una comunidad apartada de la civilización que se ilusiona con la liberación del pueblo Kongo. Este ejército de fieles bajo el mandato póstumo de “Papa Honda”, líder espiritual fallecido hace tan solo un par de años, hace penitencia vistiendo sacos y portando cenizas en sus cuerpos, desde hace más de una década, emulando un pasaje del antiguo testamento (Jonás 3, 5-6). Hombres, mujeres, ancianos y niños se ilusionan con la llegada de su liberación y razones no les faltan. Sus ancestros lo han presagiado: el hombre negro ha retomado valor desde la llegada de Barack Obama y el tan ansiado momento se acerca.

Esta es la historia de los habitantes del pueblo MbanzaNzambi, el pueblo de Dios. Un pueblo que vive bajo sus propias normas, alzando sus voces y oraciones al resto de la humanidad. Clamando por el regreso al continente Africano de todos los Negros esparcidos por el mundo. Y es que la paz mundial, para los habitantes de MbanzaNzambi, comienza en Congo y sus habitantes aguardan pacientes su llegada.

“Hace varios años me gané una beca de la Fundación Carolina y estuve en España haciendo una especialización de guión, me conocí con un productor argentino que tiene su empresa en España –Tala Tala-, quien estaba produciendo un documental en África a donde viajamos y resulte coproduciendo Los niños de Inkisi que recibió varias ayudas de fondos internacionales y que estamos postproduciendo actualmente. Estando allí, recibí una invitación a una vereda a realizar un rito religioso, donde hicimos unas imágenes que se convirtieron posteriormente en un teaser de Cenizas del perdón. Allí me encontré una comunidad completamente aislada del mundo y cerrada en ella misma, pero que por alguna razón, con todo lo mediático que es hoy el mundo, se enteraron de la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos, lo que para ellos significa el momento de marcar una trascendencia negra, que han ido cambiado varias cosas y es el momento de salir y decir aquí estamos y sentirse orgullosos de su raza. Ahí es donde tiene mayor valor este documental, si un hecho como éste es tan significativo para un pequeño pueblo aislado en medio del África, ¿qué se puede esperar el resto de gente? La elección de Obama es algo que la gente, que no es afrodescendiente, no entiende realmente porque es una compensación a una raza que, históricamente ha sido estropeada, marginada, aislada, etc.”, comenta Jhonny Hendrix.

El documental que espera ser rodado a finales del año en África, es producido por Antorcha Films de Colombia en coproducción con la empresa Tala Tala de España.