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Hasta el próximo 31 de agosto, se lleva a cabo el rodaje de la película colombiana Mamá tómate la sopa dirigida por Mario Ribero Ferreira (El Embajador de la India) y producida por Babilla Ciné. La película ha sido ganadora de los estímulos de Desarrollo de Guión (2006), Producción de Largometrajes (2008) y Participación de Largometrajes en Mercados Cinematográficos (2009) del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico –FDC- de Colombia.
 
Mamá tómate la sopa cuenta la historia de Vicente, un solterón de 40 años que vive con Berta, su madre sobreprotectora. Una noche su mamá descubre el romance que su hijo tiene con la peluquera del barrio y le ordena que se case con la novia aburrida que tiene. Vicente se niega y decide irse. Berta intenta impedírselo, él huye y, sin querer, la atropella. Es entonces cuando empiezan los problemas.
 
En palabras de su director Mario Ribero Ferreira, “esta película es una comedia negra donde la línea entre el humor y el drama es muy delgada. Esto exige que se cuente de la manera más divertida posible, sin caer en la risa fácil. El humor está dado por la distancia que hay entre lo concreto de los problemas que agobian a los personajes y lo absurdo en su manera de afrontarlos. Siento que todos ellos son como aguas mansas, estancadas y turbias; su quietud acumula tensiones que al final revientan salpicándonos”.
 
Mamá tómate la sopa es protagonizada por Ricardo Leguízamo (Verano en Venecia-TV, Buñuel y la mesa del rey Salomón, Los novios Búlgaros), Consuelo Luzardo (El río de las tumbas, Tres cuentos colombianos, Chepe Fortuna-TV) y Paola Turbay (El amor en los tiempos del cólera, Cane-TV, True Blood-TV). Su rodaje se está llevando a cabo en locaciones de los barrios San Luís y Palermo de Bogotá. Dentro de su equipo técnico cuenta con Claudia García en el guión, quien ganó una beca de la Fundación Carolina para su revisión, y Federico Mejía (Violeta de mil colores, El jefe) en la producción, entre otros.
 
“Tengo la convicción de que las historias que verdaderamente funcionan son historias que se centran en los personajes. Cuando el público empieza a reconocerse o a reconocer la gente que lo rodea en esos personajes, y empieza a reaccionar afectivamente ante ellos, se compromete con el relato. Por lo tanto, para mí, lo más importante son los actores. Ellos son los que logran que los personajes se conviertan en seres humanos. Todos los elementos audiovisuales, el manejo de la cámara, la fotografía, el montaje, la banda sonora, el arte, tienen que estar en función del relato e interferir lo menos posible entre el público y la historia”, agrega Ribero Ferreira.

Mario Ribero Ferreira, es santandereano de nacimiento. Desde muy joven mostró un fuerte interés por el teatro, disciplina en la cual obtuvo reconocimiento como actor y director. Estudió Dirección de Cine en Rusia. Fue asistente de dirección de los largometrajes Cóndores no entierran todos los días (1984) de Francisco Norden y Técnicas de duelo (1988) de Sergio Cabrera. Ha sido profesor de cátedra en Dirección de Cine y Televisión en diferentes universidades y ha dirigido varios seriados para televisión entre los que se destacan la telenovela Yo soy Betty la fea (1999-2000) por la cual recibió el premio Elenco de Televisión como Mejor Director (2001); Eco moda (2001), Amor a la plancha (2003), Los Reyes (2005). Su primer largometraje fue El Embajador de la India (1987).
 
Para mayor información se puede escribir al correo electrónico federico@babillacine.com.