Buenos comentarios para las películas colombianas en el Festival de Cannes
Pantalla Colombia No.: 565mayo 25 - junio 01 / 2012
El 27 de mayo termina la edición 65 del Festival de Cannes, que inició el pasado 16. En esta ocasión Colombia hizo parte la película La Playa D.C. de Juan Andrés Arango en la sección en competencia Una Cierta Mirada (Un Certain Regard) (véase PANTALLA COLOMBIA 560), y el largometraje La Sirga ópera prima del caleño William Vega con el cortometraje Rodri de Franco Lolli, en la Quincena de Realizadores (Quinzaine Des Réalisateurs), doce productores de diez empresas colombianas en el Producers Network, 23 cortometrajes en el Short Film Corner y un stand en el Marché Du Film (véase PANTALLA COLOMBIA 561). A continuación encontrará algunos comentarios de la prensa especializada internacional sobre las películas colombianas en el festival de cine más importante del mundo.
El 27 de mayo termina la edición 65 del Festival de Cannes, que inició el pasado 16. En esta ocasión Colombia hizo parte con la película La Playa D.C. de Juan Andrés Arango en la sección en competencia Una Cierta Mirada (Un Certain Regard) (véase PANTALLA COLOMBIA 560), y el largometraje La Sirga ópera prima del caleño William Vega con el cortometraje Rodri de Franco Lolli, en la Quincena de Realizadores (Quinzaine Des Réalisateurs), doce productores de diez empresas colombianas en el Producers Network, 23 cortometrajes en el Short Film Corner y un stand en el Marché Du Film (véase PANTALLA COLOMBIA 561). A continuación encontrará algunos comentarios de la prensa especializada internacional sobre las películas colombianas en el festival de cine más importante del mundo.
“La obstinada negativa de un joven negro por convertirse en una víctima más de una sociedad que apila las probabilidades contra él constituye la sólida base narrativa de La Playa D.C., un impresionante y silencioso primer largometraje del director y guionista colombiano Juan Andrés Arango. Absorbente, en lugar de agarrar al principio, con confianza construye una historia de esperanza y transformación que es en su mayoría admirable por la forma en que evita el melodrama abierto y sensacionalista (…) El bajo perfil, con acercamiento tipo documental que limitará a la audiencia para este modesto y realista drama social, debería servirle para convertirse en un artículo de los festivales internacionales de cine. También debería ayudar a establecer a Arango como un talento para ver y alguien con una clara afinidad con las películas y el enfoque de Ken Loach (…) El argumento podría ser la base de una pieza sombría y nihilista pero, a pesar de que es sazonado con momentos tristes es también una historia de pequeñas victorias como la de Tomas que tiene la oportunidad de aprender las habilidades de crear elaborados patrones de peinados, trata de encontrar una novia y velar por los mejores intereses de Jairo y Chaco”, Allan Hunter, Screen Daily.
“El aislamiento al que se ven obligadas algunas zonas de Colombia, incluyendo La Cocha - es un tema casi desconocido. William Vega se ha fijado el objetivo de plantear esta situación, creando una película poética y metafórica (…) El punto culminante de la película es la maravillosa fotografía, comisariada por Sofía Oggioni Hatty: encuadres bien equilibrados y originales, los personajes tienden a la descentralización con el fin de mejorar el medio ambiente que los rodea, los elementos naturales y objetos internos de la casa asumen más importancia que los actores, a veces, marginados a las esquinas de los encuadres. Incluso las luces merecen un elogio especial: los contrastes frecuentes de luz, creados por las llamas de las velas en La Sirga, dé un sentido metafórico, y el calor de la vela representa el calor familiar que los personajes están buscando en la oscuridad de sus vidas”, Giulia Bramati, Storia dei Film.
“Una fábula de un considerable poder evocador, primer largometraje de William Vega, es el último de una serie de largometrajes colombianos de cine-arte que incluyen Los viajes del viento y El vuelco del cangrejo (en el cual Vega trabajó como asistente de dirección). Ubicado en la remota laguna de La Cocha, en lo alto de las montañas del suroccidente colombiano, este es un filme que ha vencido el cliché de las ocasionales maneras del cine-arte para tejer un sueño de una parte devastada por la guerra en Colombia (…) Los cuidadosos cuadros y la fotografía de Sofia Oggioni Hatty, establecen un fuerte sentido del lugar y la atmósfera, trabajando de la mano con el diseño de producción de La Sirga – la defectuosa posada de madera a orillas del lago donde la adolescente Alicia se refugia de la violencia que ha matado a sus padres, con su solitario tío Don Oscar (…) El final es quizá un poco demasiado alusivo y poético por su propio bien, pero está más en la línea con esta película silenciosa y tranquila, que convenciendo, construye una especie de redención y madurez”, Lee Marshall, Screen Daily.